Ayy, ¡qué lindo el amor! Paseos de la manito, noches de películas, conocer a los suegros. Y un día -tal vez- llega el casamiento. Y no es que por acá no tengamos corazón, pero con una mano en el bolsillo, es necesario hablar un poquito sobre lo que tenés que tener en cuenta antes del “sí, quiero”.
Calcular el precio de este evento memorable es un mundo en sí, porque todo depende si querés tirar la casa por la ventana, o con el civil y una lluvia de arroz está bien.