¿Qué significa escalar un negocio?
Eso sí, empecemos desde las bases. La escalabilidad en el mundo de los negocios es la capacidad que tiene una empresa de multiplicar sus ingresos sin que eso implique aumentar también los gastos y las complejidades. Tiene que ver con la factibilidad de realizar más trabajo del habitual pero sin que eso afecte negativamente el crecimiento. La expansión de los pagos contactless es un ejemplo no solo de un negocio rentable, sino también de uno escalable.
Básicamente, la escalabilidad es una forma sustentable de crecimiento, que suele venir después de la etapa de expansión, donde el nivel de ingresos y ganancias es proporcional al capital invertido. Un crecimiento exponencial, con mayores oportunidades de rentabilidad. Es por esto que, hoy en día, los negocios más rentables en Argentina son los que logran escalar, en tanto los costes de infraestructura y personal no representarán un problema frente a épocas de menores rendimientos positivos.
La fórmula es sencilla: cuanto más escalable el negocio, mayor margen de ganancia y mayor margen entre la facturación y los gastos.
Las bases de un negocio escalable
Todo negocio escalable tiene que cumplir con ciertos pilares o características clave:
Anticipación: prever las necesidades de crecimiento que tendrá la organización para prepararse y saber enfrentar los comportamientos del mercado.
Dimensión: evitar el sobre o infradimensionamiento del negocio para operar con la mayor eficiencia.
Adaptabilidad y entorno: considerar los flujos de inversión y las características macroeconómicas.
Inversión: obtener el presupuesto económico para contar con recursos materiales y humanos.
Autoservicio: abaratar costos del modelo de negocio y eliminar necesidades cuando la organización crezca.
Básicamente, la escalabilidad es una forma sustentable de crecimiento, que suele venir después de la etapa proporcional de expansión, donde el nivel de ingresos y ganancias es proporcional al capital invertido.
Consejos para escalar un negocio
Ahora sí, te damos algunas humildes sugerencias para que tengas en cuenta, y así las ganas de escalar tu negocio en Argentina estén un poquito más encaminadas.
Elegí un nicho
Enfocarse en un nicho o segmento acotado de clientes no solo va a resultar más rentable sino que, además, te va a permitir apuntar tu comunicación a tu verdadero cliente. Se trata del famoso concepto del “océano azul”, en el que hay pocos o nulos competidores y donde podemos desarrollar una propuesta de valor diferenciada y una solución real.
Innová de la mano de la tecnología
La innovación es el combustible de las grandes empresas y la tecnología es el motor, indudablemente. En un mundo donde todo parece inventado, la creatividad puede ser la salvación de tu negocio o, también, la forma en que logres reducir u optimizar costos y operaciones, y disparar la escalabilidad de tu emprendimiento apoyándote en las nuevas tecnologías.
Creá un plan de negocios
Tener un negocio escalable no es de la noche a la mañana, por eso necesitás armar una proyección financiera alineada a tu modelo de negocio, donde puedas contemplar tanto los ingresos como los gastos y trabajar por ello. Para generar un círculo virtuoso que genere ingresos constantes, hay que definir estrategias de desarrollo de productos y servicios, marketing, y ventas.
Además, tener un plan comercial, operacional y administrativo sólido también va ayudarte a presentar tu negocio a inversionistas, y captar financiamiento para las próximas etapas.
Liderá a tu equipo
Cuanto más crezca el negocio, tu rol como líder va a ser más fundamental, al igual que tus características de estratega. Vas a tener que saber cómo escalar el negocio para delegar de forma eficiente y estimular el deseo de crecimiento y progreso en la organización. Los métodos de liderazgo y gestión empresarial pueden hacer una gran diferencia en la escalabilidad de tu emprendimiento.
Ahora solo te queda empezar a tomar las decisiones importantes para dar los primeros pasos hacia un negocio escalable. ¿Te animás? Dale pichón, no vemos la hora de que nos invites a la inauguración de una nueva sucursal. ¿Qué decís? ¡Llevamos una plantita de regalo, obvio!