Ganá más con la TNA
Si ingresás esos $100.000 en la cuenta remunerada de Naranja X, a los 30 días vas a tener $102.547,95. O sea, ganás un 2,5%, que podría considerarse un ahorro respecto a hacer la compra en efectivo. Y el principal beneficio que encontrás acá es que si la TNA aumenta, te beneficios al toque. En cambio, si suben las tasas de los plazos fijos y vos tenés uno constituido, tenés que esperar a generar uno nuevo para aprovechar ese incremento.
Es más: incluso si no tenés esos $100.000 al momento de hacer una compra, al pagar con tu tarjeta de crédito “congelás” el precio por un mes, hasta que te toque pagar el resumen. ¿Qué tul?
La regla de oro: invertir y no desviarse
Este es el punto crucial. Para que esta estrategia funcione, es esencial invertir esos pesos, ya sea en un plazo fijo o en tu cuenta remunerada, y destinarlos exclusivamente a pagar la tarjeta. Nada de desviarse en el camino, porque si lo hacés, todo este plan pierde su magia (y tus pesos, su valor).
¡Atenti! Antes de lanzarte a esta aventura, siempre consultá en el comercio si al abonar en un pago con tarjeta de crédito te van a cobrar algún interés. Además, no olvides chequear los costos de emisión del resumen y los impuestos al sello.
Ejemplo práctico
Necesito comprar una cubierta para el auto, la cual cuesta $55.000.
Pago con tarjeta de crédito en un pago sin interés, el 26 de diciembre.
Pongo esos $55.000 en la cuenta remunerada.
Al día 8 de febrero -cuando tenga que pagar el resumen- voy a tener $2.138,21 más que antes.👉 En este caso, podés patear 43 días días el pago, porque tu compra no entra en enero, sino en febrero. 👉 Hicimos el ejemplo con una compra de 1 cuota sin interés, pero si usás Plan Z, podés dejar esos $55.000 trabajando durante meses hasta terminar de pagar la cubierta, que por cierto quedó a precio congelado de diciembre.
Saber que podés ahorrar con la tarjeta de crédito es una habilidad que se perfecciona con el tiempo y la experiencia. Con tu tarjeta de crédito y los trucos que te compartimos, estás un paso más cerca de lograr tus objetivos financieros. Recordá siempre tener tu estrategia y tus metas en claro. ¡Avanti!
¿Se entendió el truquito?