¿Fichaste una campera? ¿Tu sueño es tener la última consola? ¿Querés hacerte una escapada el finde? Anotá lo que querés -¡aunque sea un delirio!- y ponete el objetivo de juntar la plata para comprarlo.
Ya sabés que en tu planificación tenés que poner las cosas importantes, pero te podrías estar olvidando de algo: ¡la diversión! Cuando te organices a principio de mes, separá un puchito para vos. Puede ser que en principio no sepas para qué lo vas a usar, pero si más adelante tenés ganas de comprarte algo, ya sabés que lo tenés cubierto.
Si viste algo que te encantó y necesitás, bancala un toque. Nuestro mejor consejo es que si viste algo que te tentó mucho, lo dejes en remojo mental unas horas. Si al día o la semana siguiente seguís pensando en eso y entra dentro de tu presupuesto, ¡dale para delante!
Si llegaste acá y todavía creés que no podés organizar tu ocio, te damos otro consejo. Preguntate cuáles son las cosas que te apasionan: puede ser que te guste armar rompecabezas, salir a cenar o coleccionar camisetas de fútbol. Con esto en la cabeza, proponete incluir dentro de tu presupuesto, por ejemplo, la posibilidad de comprarte una casaca deportiva nueva cada tres meses. De esta manera, vas a tener tu plata en orden y con un changüí –sí, dijimos changüí– para lo que más te gusta hacer.
Entonces, ¿es posible ser feliz y mantener el orden? ¡Totalmente! Es más, te prometemos que vas a arrancar el mes más tranqui, sabiendo que tenés más aspectos bajo control y la libertad para vivir experiencias o adquirir cosas que te gustan.